El Ibex se encuentra inmerso en una onda C de la que todavía no se vislumbra su finalización.
Estas ondas tienen características devastadoras, son fuertes y persistentes y hacen que el pesimismo y el desánimo se extienda por el mercado. Al inversor «no le queda ningún lugar para esconderse» y solo piensa en salir del mercado.
El patrón que ha adoptado la corrección es un zig-zag con tres ondas A, B y C que contienen una estructura interna 5-3-5 (la onda A tiene cinco ondas, la onda B tres y la C cinco). Las ondas A y C son de impulso bajista y la B correctiva.
La onda C tiene que ser al menos tan larga como la A y puede extenderse hasta un 138,2% o incluso un 161,8%.
En estos momentos los indicadores están dando lecturas de sobreventa extrema y comienzan a verse divergencias positivas (señales de compra), pero hasta que no se vea una figura de vuelta no procede adoptar posiciones largas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario